lunes, 25 de julio de 2011

nadadores profesionales

"hacía poco había comenzado la competencia
el calor y la humedad del predio
volvían la atmósfera insoportable
mi cabeza, un poco confundida,
se aceleraba intentando distinguir a los competidores

ahora, aunque quisiera, no podría hablar de sus condiciones físicas
pero recuerdo a mujeres gritando
alardeando de sus relaciones con algunos de aquellos monumentos

no sé de esas ventajas competitivas
¿conviene ser alto y delgado?
¿convienen los músculos? ¿o pesan?
no sé de eso

en lo que me he focalizado es en el estilo
en el modo
pero sobre todo en el alcance
esa es la clave: una cuestión que podría llamarse “de metraje”
en la línea horizontal y en la vertical

pertenecía a la clase de los que abarcan la primera de ellas
¡y cómo lo hacen!
cubren zonas vastísimas,
llegan a extenderse por mares ignorados
y conocen de todo tipo de animalaje
también alimañas…

en cambio, están los buceadores de profundidades
que dominan con pericia la hondura
conocen de pliegues y repliegues
de escondrijos de crustáceos
de la salinidad del mar

eso sí, en ocasiones, se horrorizan
pues el fondo muestra también sus monstruos
pero allí radican sus habilidades:
saben deslizarse con soltura entre ellos
disimularse entre algas y corales
y moverse al ritmo que impone el vaivén de las olas

a veces en medio de las agitaciones violentas de aguas
ambas especies se mezclan, se sorprenden viéndose a la cara
porque el mar no sabe de esas distinciones
hasta a los nadadores profesionales…
todo se lo lleva en torbellino
el maremoto"
V. O. Campo