“lluvia
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lluvia
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lluvia
suben vapores de las veredas caldeadas
asoman hongos y olores
con ellos, regresan espectros lejanos
que es preciso engañar
el cielo gris plomo que pesa
el sol y la luna, por otros mundos
humedad que se vuelve pesadumbre
los contornos se desdibujan
el aire tenue de melancolía que se espesa
y ahoga
lluvia
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lluvia
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lluvia
¡ejércitos del sol y de la luna, regresen a mí!”
N. Rostova
